viernes, 14 de febrero de 2020

Mis TRA (tramiento reproducción asistida) parte 1

Todavía recuerdo cuando mi ginecóloga me dijo que íbamos a empezar el primer tratamiento de reproducción asistida. En ese momento pensé: "ya está, el mes que viene estoy embarazada" -ilusa de mi, no sabía lo que me esperaba.

Las palabras de mi ginecóloga fueron: vamos a dar un empujón a esos folículos con una medicación e iremos controlando el crecimiento con ecografías para programar la ovulación y así tengas las relaciones el día más indicado. Yo, que para aquel entonces no sabía ni lo que era un folículo, esperé la siguiente regla y empecé a tomar la medicación que me recetaron (si os interesa el nombre... :-) mensajito) y acudí a primera ecografía más ilusionada que un niño el día de los reyes magos. 
En la primera eco solo tenía un folículo de 10 mm y evidentemente tenía la esperanza de que siguiera creciendo aunque no fue así. En las ecografías sucesivas no hubo crecimiento folicular y me tuve que esperar a que bajara la regla y duplicar la dosis de medicación.

En el segundo ciclo, dupliqué la dosis de la medicación y acudí a la primera ecografía mi día 14 de ciclo y los folis parecían estar con pocas ganas de trabajar. En ese ciclo hicimos tres ecos más y mi gine me dijo que mi cuerpo no estaba respondiendo a la medicación y que el siguiente paso era probar con medicación inyectable (si os interesa nombre... :-) mensajito). La gine me propuso provocarme la regla con progesterona para empezar el siguiente ciclo y yo, que estaba en ese momento con un bajón brutal decidí esperar a que me bajara de manera natural.

Estaba de bajón porque llevaba meses sin ver un positivo y al realizar los dos ciclos de inducción pensaba que al menos mi cuerpo ovularía. Mi hipocrondía salió a flote una vez más y ya me veía hecha una abuelita viviendo con cuatro gatos. Además, el presupuesto que me hicieron de inducción a la ovulación + medicación inyectable rondaba los 600-700€. Una servidora, que se acababa de casar y de firmar una hipoteca, trabajando para sobrevivir y estudiante universitaria a distancia sin ahorros no sabía como podría afrontar varios meses pagando estas cantidades extras. Para acabar de rematar, mi ginecóloga me dijo que si con las inyecciones no respondía debía pasar a in vitro. Total, salí de la clínica hecha un cromo y cuestionándome mi deseo de ser madre aunque ahora lo pienso y me río... 

Todo cambió cuando a mi día 28 de ciclo me bajó la regla, por un lado pensé que quizá si había habido ovulación antes de la primera eco pero no me importaba ya que empezaba mi tercer ciclo con una medicación que prometía ser milagrosa...y así fue, os lo cuento en la próxima entrada :-)

Una más,

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